Es demaciado confuso todo. Empezó como un simple juego, va algo normal, algo que no pasaba de sierta raya y ahora? ahora qué?. No voy a aceptar siertas cosas porque se que no lo soportaría. Se que no podría llevarlo adelante y me lastimaría, mucho. Pero es inevitable no pensar en siertas cosas, no sentir siertos gustos, no suspirar después de tales palabras.
Esa no es Belén, la que ahora camina sobre estas piernas no es la de siempre, eso lo aseguro. Esta ingenua, tonta, credula no es la de siempre, ES PEOR!
Necesito una prueba, un indicio, una certeza, algo que me diga que estoy llevando bien la situación. La antigua Belén no se ilucionaría, pero la nueva? eh? estoy segura que tiene mucho miedo, y que no está tan segura de esas palabras.
Quisa me equivoque, ojalá. La que se resigna a lo que le toca, i lo acepta. Si, puede ser que esa sea la nueva Belén, la que no le importa nada, ni las palabras, ni el pasado, ni las apariencias.
Juega a pasarla bien.