Hoy te puedo decir que soy la Belén que quiero ser. Con esas de oro al lado, con mi orgullo a un costado. Sabiendo que son lo mejor que tengo no lo voy a desperdiciar por un capricho. Sabiendo que son lo mejor que tengo, no pienso rendirme ni por un segundo.
Soy la Belén que quiero ser con todos los permisos y todas las prohibiciones. Con los límites justos para no salirme de la raya, ni tampoco para estar atada a una habitación.
Soy la Belén que quiero ser. Sin compromisos y con sientos de complejos. La persona que se siente querida, y que encontró la otra mitad que se interesa como se tiene que interesar.
La chica que vive de sueños pero que no saca los pies de la tierra. La que aprendió a no desperdiciar lágrimas, pero a entregarlas si hace falta.
Un año que me cambió en un 95% diría yo. Con nuevas personalidades que conocer, y con mucho, pero mucho camino por delante.