Hoy te ves jugando un juego que no querés jugar. Hoy te ves encerrada entre cuatro paredes y sentís asfixia, una sensación rara que recorre todo tu cuerpo y no podes frenarla. Te vez actuando por inercia, actuando en un campo donde no sabes actuar. Te vez en la situación más desgarradora y ya no podes controlar esos sentimientos que un día te llenan y otro día simplemente no alcanzan. Es difícil poder decir algo concreto de todo esto. Estas haciendo lo que no tendrías que hacer y sin embargo no te importa, aunque yo se que por dentro te morís, lloras, gritas, y queres tener una ceguera permanente para no ver más todo eso que te hace mal.
Comprendo que decidiste alejarte, comprendo todas tus decisiones, sean buenas o malas, da igual. Comprendo que queres dejar que sea feliz. Porque a pesar de todas tus puteadas, a pesar de todos tus gritos, y casi llantos, a pesar de todo eso, lo viste. Viste esa cara de felicidad, y esa mirada que no era solo eso, era algo más. E inevitablemente queres eso para su futuro, o momentaneamente para su presente. Porque vos quizá ya pasaste a segundo plano, ahora importa ver feliz a la otra persona, y saber que sin vos tiene una sonrisa igual, y esa persona esta en su mejor momento, sintiendo amor.