
Suelo caminar por una linea recta, sin desviarme demasiado. Suelo evitar las sorpresas, tener planes, cosas concretas. Las sorpresas me asustan, tiendo a
descontrolarme cuando no
tendría que hacerlo. Todos saben lo inestable que soy, y lo insegura que me puedo tornar cuando de ciertos temas se trata. Necesito
hechos, certezas. Necesito claridad y nada más hay más y más
confusión por todos lados. Tengo ganas de decir muchas cosas, pero no siento que nadie este dispuesto a escucharlas. Por minutos pienso que puedo ser libre de decir lo que necesito que salga de
acá, pero en otros me dan a entender que las cosas no son tan
así como yo las veo, y otra vez las preguntas, otra vez esa situación de no sabes que es lo que pasa
acá en el medio, y aunque parezca idiota o descabellado, cuando pasan los días cansa y mucho. Eso de no saber para donde caminar, qué? cómo? cuándo?.
Todavía no me queda claro si
elegí bien o mal, pero la
elección trae pequeños momentos de felicidad que no llegan a ser ni más largas que un capitulo de serie.
Es
increíble como pasa el tiempo de
rápido. Siento que la vida se pasa y no me espera. Que las cosas se
están dando muy
rápido y que todavía no llegue a estar a la par.