Cuando los días se hacen eternos, deseaba una sola cosa. Eso que siempre me ayudaba a salir adelante, lo que siempre estaba para darme el empujón, para sacarme una sonrisa a pesar de cualquier causa. Siempre necesité y elegí MI lugar, siempre lo encontré y eso me hacía feliz. Me encontraba, los encontraba. Viste cuando esperas que termine el día? solo para estar ahí, para sentirte bien, en tu "salsa". Sentir que no lo cambias por nada del mundo. Cuando ya te cansas de todo, lo más lindo es poder encontrar a las personas que queres en el lugar que queres y ahí quedarte, porque me pueden pasar mil cosas, puedo conocer gente, lugares, espacios, pero nunca uno que reemplace lo que formé acá. Y me odio al ver que hoy no encuentro eso. Me odio cuando me doy cuenta que elijo otro lugar que no es este. Que no encuentro ese apoyo. Y podré tener mil palabras de aliento de muchas personas que me quieren, pero este que busco es diferente, es el eterno, el que no se cambia, y hoy no se donde está. No se en donde quedó. Es frustrante darte cuenta que vas a volver a tu lugar, y tu rutina ya no es igual. Vas a cerrar la boca y a mantenerla así durante horas, hasta que vuelvas a salir. Vas a tener esa cara que odias, y lo peor de todo, es que no hay motivos para sonreír. Perder la sonrisa es lo que más duele, porque fingir una de esas es como estar diciendo la más grande mentira, y quizá hasta eso me salga mejor.
Lo único que espero, es que pase rápido la semana, que se termine el "climax" de mierda, que todo vuelva a lo de antes. Mientras tanto, gracias, se sabe a donde van dirigidos.