Es una necesidad bastante extraña de querer gritar sin sonido, para que nadie lo escuche, o para que llegue solo a esa persona. Es la necesidad de tener lo que no tengo, de querer algo que ya no consigo, de que sea lo que busco, aunque se que no es así. Es como intentar conseguir esa parte que me falta, que me sirve y que a pesar de todo, me llena. Es lo que completaba mis días, mis momentos, mis segundos. Era motivo de entretenimiento, de disfrute, de paz. Era sentirme cómoda, era confiar, era un pequeño escape de mi realidad. Caminar por un camino diferente al mio, dejarme llevar por unos momentos, dejar atrás preocupaciones, para entrar en otras, pero en esas que realmente me gustaban. Después de que pasa todo, te das cuenta que eso que criticabas es necesario para seguir. Es la ayuda, y la fuerza. Lo que daba sin saber, y sabiendo. Lo bueno y lo malo. Lo que faltaba y sobraba. Lo lindo y lo loco. Lo tierno y lo odioso. Mucho a la vez, tanto que mareaba. Tanto que no dejaba contestar preguntas simples. Tanto que a la hora de hacer las cosas bien, bloqueaba, alejaba, y te dejaba parado sin camino. Pero sin embargo, después de todo lo mencionado, uno podría decir que era inútil, y quizá si, pero no para mi. No para mi que hoy mis horas no pasan, y hoy siento que necesito más.