
Extraño esas épocas en que la vida
era como música para mis oídos
era como música para mis oídos
Existen palabras que no tendrían que ser dichas nunca, existen pensamientos que no se tendrían que hacer notar, y hay cosas que nunca se tendrían que decir. Hay fechas claves, que en cierto momento parecen muy lejanas, y cuando queres acordarte las tenes enfrente de tus narices. Creo que faltan alrededor de 62 hs, o menos, o más quizá. Son de esos días que mejor que nunca lleguen, ¿para qué? ¿para revivir cosas que no quiero? ¿para hacerme acordas que ese día? (maybe nunca se me olvide). Existen momentos en tu historia que no queres repetir, y otros por los cuales darías la vida solo por volver a sentir. Cientos de personas caminando a tu alrededor, cientos de miradas cruzándose, y nunca notaste que solo una iba a cambiar tu vida (o solo los próximos meses, como quieras). Que pocas probabilidades que había, como fui a caer en la más incierta. Horas, días, minutos, semanas, cuanto que pasó, que rápido. Y pensar que siempre volvíamos a ese día a recordar como había sucedido, hoy me produce una sensación extraña imaginarlo.
La amistad no se acaba, uno decide cuando parar, cuando dejar de confiar, o cuando empezar a sentir diferente. Es así, no hay otra vuelta. Uno piensa que es para siempre cuando en realidad esos que están al lado tuyo están contados con los dedos de una mano. Uno piensa que la gente es sincera, cuando en realidad siempre estuvo ciega. Uno nunca acepta, pero es lo primero que debe hacer. Cuando no funcionó desde un comienzo, nunca va a funcionar. Cuando conociste a la persona, y aun así siguen habiendo problemas verdaderos, hay algo que no cambia. Es frustrante ver como de cierta manera te usan o quizá no, pero algo por el estilo.
Voy a probar con todo lo que haya que probar, y voy a pedirte que me cuentes el final. Todo de aquel dolor, queda nada para mi, queda nada para vos. Ese ROCK que casi nos mató a los dos, hoy ya no se escucha, hoy la inocente que estaba a tus pies vuelve a probar, probar con lo que tiene que probar, y va a entender que se vive de los errores y se aprende de ellos más de lo que pensas. Y cuando su celoso corazón se arruinaba cuando contabas tu historia de amor hoy ya no siente, hoy no late por los dos. Caminando, hay que saber cuando parar, y te digo que hoy es cuando yo quiero hacerlo. Quedate tranquilo, va a haber tiempo para lo demás. Voy a decir lo que tenga que decir, y voy a sufrir, no más de lo que quiera (y me haga falta) sufrir. Tu sigue con la esperanza, que ninguno va a poder sacar la sonrisa que tu creaste al entregar la flor de papel. Por ahora, sigo con mis lágrimas guardadas, para alguien que quiera secarlas con el corazón. Y tal vez, no quiera verte más, y no entienda nada, pero hoy quiero escribirte todo, todo lo que quiera dejar.




