
Hoy nada más me queda escucharlos otra vez, hacerme la idea de que no voy a vivirlos nunca más, pero sintiendo la felicidad y el orgullo de haber estado ese día, formando parte de su monumental show.
Qué más queda? Hoy mis preocupaciones son otras, hoy vivo la vida de otra manera. En aquel entonces era una simple estudiante que no le importaba más que escuchar su música, vivir un día y dormir al finalizarlo.
Hoy tengo otras prioridades antes que yo misma, hoy estoy de pie, y no solo por mis propios medios.
Hoy tengo la felicidad en la mano, y no sabia cuanto sacrificio costaría eso.